Tema 4: Uso del EVA
USO DEL EVA
La
gestión de un entorno virtual de aprendizaje, a diferencia de un entorno
presencial suscrito al salón de clases y a la exposición por parte del
profesor, ofrece la oportunidad de incorporar elementos conceptuales,
procedimentales y actitudinales que facilitan una formación en competencias en
los estudiantes, además de la interculturalidad al trascender las fronteras
impuestas por la distancia. (Farías & Montoya, 2009). Por su parte Gros y
Contreras (2006), plantean que la gestión de un ambiente de aprendizaje es una
tarea básica del profesor, que impacta en el cambio de su rol como guía del
aprendizaje y permite la autonomía y la dirección del propio educando, dentro
de la supercarretera de información.
Indiscutiblemente
la adecuada gestión de un EVA implica la disponibilidad de una serie de
recursos o elementos indispensables, así como también un continuo seguimiento y
retroalimentación a las actividades de estudio independiente que realiza el
alumno. Es necesario que la educación potencialice el uso de las TIC y las TAC
en el aula. Aunque el docente tiene un
rol importante en el proceso, es necesario que éste cuente con el apoyo
administrativo de la institución educativa a la que pertenece, puesto que hay
aspectos que no necesariamente son pedagógicos, por lo tanto, en la gestión de
los EVA tendrá que medir la viabilidad y factibilidad de implementarlos como
recursos alternativos para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Como
plantea Hidalgo (2013), es posible lograr una construcción social del
conocimiento en un entorno virtual de enseñanza y aprendizaje si el profesor
incentiva la interacción entre los estudiantes de modo que haya un aprendizaje
entre pares. También es necesario un seguimiento permanente a las actividades
realizadas por ambos actores (docentes y alumnos) que permita evaluar la
correcta utilización de los recursos de aprendizajes. La organización del
proceso pedagógico con el uso de un EVA tiene como objetivo el desarrollo de la
capacidad de aprender a partir de la creación de condiciones específicas dadas
por el empleo de las tecnologías que favorezcan la enseñanza y el aprendizaje.
Para
Hidalgo (2013), la adopción de un entorno virtual no garantiza, por sí solo, la
mejora de la calidad del aprendizaje, ya que, a la disponibilidad de los
recursos tecnológicos, se necesita añadir:
ü Planes
de desarrollo de los profesionales que contemplen la formulación de estrategias
didácticas y el empleo de las tecnologías de la información.
ü Medidas
de apoyo a la innovación educativa y a la generalización.
ü Planes
para promover el aumento de la calidad y la cantidad de la comunicación entre
profesores y estudiantes en la función tutorial.
ü Desarrollo
de estrategias de aprendizaje para lograr que los estudiantes se conviertan en
gestores de su proceso de formación y en especial un sistema de medios de
enseñanza (impresos y digitales) orientado a favorecer la autonomía.
ü El
desarrollo de la creatividad, la solución de problemas del mundo real y
fomentar el interés por la investigación científica, en plena correspondencia
con los restantes componentes del proceso de enseñanza y aprendizaje.
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